Ir al contenido principal

Entradas

Éxodo 40. La nube de Yavé descansaba sobre la Morada durante el día a la vista de todo el pueblo de Israel!

Entradas recientes

Exodo 39. Los hijos de Israel hicieron toda la obra conforme a lo que Yavé había mandado a Moisés!

Hicieron para el servicio del Santuario vestiduras de ceremonia de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino. Hicieron asimismo las vestiduras sagradas de Aarón, como Yavé había mandado a Moisés. Hicieron el Efod de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino retorcido. Batieron oro en láminas y las cortaron en hilos para bordar junto con la púrpura violeta y escarlata, con el carmesí y el lino fino. El Efod tenía dos hombreras que se juntaban y estaban unidas por sus extremos. El cinturón con que se ciñe el Efod era de la misma hechura y de los mismos materiales y formaba con él una sola pieza, tal como Yavé se lo había mandado a Moisés. Prepararon igualmente las piedras ónices engastadas en oro y grabadas, como se graban los sellos, con los nombres de los hijos de Israel; las colocaron sobre las hombreras del Efod, como piedras que sirvieran para recordar a los hijos de Israel, según había ordenado a Moisés. Bordaron tamb

Exodo 38. El Altar de los Holocaustos

Hizo también el Altar de los Holocaustos de madera de acacia. Tenía dos metros y medio de largo y otros tantos de ancho, esto es, cuadrado, y metro y medio de altura. De sus cuatro esquinas salían cuatro cuernos que formaban un cuerpo con él. Los cubrió con láminas de bronce. Para el servicio del altar fabricó las calderas, tenazas, tridentes y braseros. Todos estos instrumentos los hizo de bronce. Además un enrejado de bronce en forma de red, que se ponía debajo del plano del altar y llegaba a media altura. En los cuatro ángulos le hizo anillos de bronce para sus varas. Hizo también dos varas de madera de acacia, cubiertas con láminas de bronce, y las pasó por los anillos: estaban a los dos lados del altar para transportarlo. Hizo el altar hueco, de paneles. Hizo también la pileta y la basa de bronce, con los espejos de bronce pulido de las mujeres que servían a la entrada de la Tienda de las Citas. Hizo asimismo el atrio

Exodo 37. Bezaleel hizo el Arca de madera de acacia!

Bezaleel hizo el Arca de madera de acacia, con una longitud de dos codos y medio, codo y medio de anchura y otro codo y medio de altura. La revistió por dentro y por fuera con láminas de oro; hizo además una moldura de oro alrededor. Le pusieron cuatro anillos de oro, uno en cada ángulo del Arca, dos en un lado y dos en otro. Hicieron también las varas de madera de acacia y las cubrió con láminas de oro. Las pasaron por los anillos que estaban a los lados del Arca y sirvieron para llevarla. Hizo el Lugar del Perdón de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho. Asimismo hizo dos querubines de oro macizo y los puso en las extremidades del Lugar del perdón, uno a cada lado, haciendo un cuerpo con el Lugar del Perdón. Los dos querubines tenían las alas extendidas y cubrían con sus alas el Lugar del Perdón. Estaban uno frente al otro y sus caras miraban al Lugar del Perdón. Hizo también una mesa de madera de

Exodo 36. Realizar todos los trabajos en servicio del Santuario, ejecutarán todo conforme lo ha mandado Yavé

Así, pues, Bezaleel, Oholiab y todos los hombres peritos a los que Yavé ha dado habilidad y pericia para saber realizar todos los trabajos en servicio del Santuario, ejecutarán todo conforme lo ha mandado Yavé.» Moisés llamó a Bezaleel y a Oholiab y a todos los hombres hábiles a los que Yavé había dado pericia, y a todas las personas deseosas de trabajar para el Santuario, y les entregó todas las ofrendas que los hijos de Israel habían reservado para la ejecución de las obras del Santuario. Mientras tanto, los hijos de Israel seguían entregando a Moisés, cada mañana, ofrendas voluntarias. Por eso, todos los artesanos que trabajaban en la construcción del Santuario, además de su propio trabajo, fueron a decir a Moisés: «El pueblo entrega más de lo que se necesita para la construcción de las obras que Yavé ha mandado hacer.» Entonces Moisés mandó correr la voz por todo el pueblo: «Ni hombre ni mujer reserve ya más ofrendas para el Santuari

Exodo 35. Yavé les ha llenado de habilidad para hacer toda clase de labores!

Moisés reunió a toda la comunidad de los hijos de Israel y les dijo: «Esto es lo que Yavé ha mandado hacer: Trabajarás durante seis días, pero el día séptimo será sagrado para ustedes, día de descanso completo en honor a Yavé. Cualquiera que trabaje en ese día morirá. En ninguna de sus casas encenderán fuego el día sábado.» Moisés dijo a toda la comunidad de Israel: «Esta es la orden de Yavé: Que cada uno ofrezca algo de lo suyo a Yavé. Que todos los de corazón generoso le ofrezcan oro, plata y cobre, púrpura violeta y escarlata, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y madera de acacia, aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice y piedras de engaste para el Efod y el Pectoral. Que se presenten los artífices más hábiles de entre ustedes para hacer lo que Yavé ha ordenado: la Morada, su Tienda y su cubierta, sus broches y tablones, sus trav

Exodo 34. Yavé, Yavé es un Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y en fidelidad!

Yavé dijo a Moisés: «Labra dos tablas de piedra parecidas a las primeras y yo escribiré las palabras que había en las primeras que tú rompiste. Prepárate para subir mañana temprano al monte Sinaí, ahí esperarás en la cumbre. Pero que ninguno suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte: ni siquiera oveja ni buey paste en los alrededores.» Moisés labró dos tablas de piedra semejantes a las anteriores, como lo había ordenado Yavé, y de madrugada subió al monte Sinaí llevando en sus manos las dos tablas de piedra. Yavé bajó en una nube y se quedó allí junto a él. Moisés entonces invocó el Nombre de Yavé,  y El pasó delante de Moisés diciendo con voz fuerte: «Yavé, Yavé es un Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y en fidelidad. El mantiene su benevolencia por mil generaciones y soporta la falta, la rebeldía y el pecado, pero nunca los deja sin castigo; pues por la falta de los padres pide cuentas a sus hij