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Mostrando entradas de 2014

Éxodo 18. Yavé es el más grande de los Dioses; lo demostró en el momento en que oprimían a su pueblo!

Jetró, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, se enteró de todo lo que Dios había hecho en favor de Moisés y de Israel, su pueblo, y cómo lo había sacado de Egipto. Jetró, el suegro de Moisés, había acogido a Séfora, esposa de Moisés, después de que Moisés la había despedido,  y con ella sus dos hijos.Uno de esos hijos se llamaba Guersón,(pues su padre dijo: He estado peregrino en tierra extraña);  y el otro se llamaba Eliezer, (porque dijo: El Dios de mi padre vino en mi ayuda y me libró de la espada de Faraón). Jetró, pues, el suegro de Moisés, le trajo sus hijos y su esposa mientras acampaba en el desierto, junto al monte de Dios. Mandó decir a Moisés: «Yo, Jetró, suegro tuyo, vengo a ti con tu esposa y tus dos hijos.» Moisés salió al encuentro de su suegro, le hizo una profunda reverencia y lo besó. Se preguntaron el uno al otro acerca de su salud y entraron en la tienda. Moisés le contó a su suegro todo lo que Yavé había hecho a Faraón y a los egipc

Éxodo 17. Le reclamaron a Moisés, diciendo: «Danos agua para beber.» Moisés les contestó: «¿Por qué me reclaman ustedes a mí?, ¿por qué tientan a Yavé?»

Al salir la comunidad de Israel del desierto de Sin, dispusieron sus etapas según Yavé les ordenaba. Acamparon en Refidim donde el pueblo, sediento, no encontró agua. Le reclamaron a Moisés, diciendo: «Danos agua para beber.» Moisés les contestó: «¿Por qué me reclaman ustedes a mí?, ¿por qué tientan a Yavé?» Allí el pueblo, atormentado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Por qué nos has hecho salir de Egipto? ¿Para que ahora muramos de sed con nuestros hijos y nuestros animales?» Entonces Moisés llamó a Yavé y le dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo?; por poco me apedrean.» Yavé respondió a Moisés: «Preséntate al pueblo, lleva contigo algunos jefes de Israel, lleva también en tu mano el bastón con que golpeaste el río Nilo. Yo estaré allá delante de ti, sobre la roca. Golpearás la roca y de ella saldrá agua, y el pueblo tendrá para beber.» Moisés lo hizo así, en presencia de los jefes de Israel. Aquel lugar se llamó Masá (o sea, tentación) y Meribá (o

Éxodo 16. Entonces Moisés y Aarón dijeron a toda la gente de Israel: «Esta tarde ustedes reconocerán que Yavé es el que los ha sacado de Egipto, y por la mañana sus ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes murmuraron contra él. Pues sus quejas no se dirigían a nosotros, ¿qué somos nosotros?

Los israelitas se marcharon de Elim y llegaron al desierto de Sin, entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de la salida de Egipto. Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. Les decían: «¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traído a este desierto en que todo ese gentío morirá de hambre.» Pero Yavé dijo a Moisés: «Ahora les hago llover pan del cielo; salga el pueblo y recoja lo que necesita para cada día. Y yo voy a probar si se ajusta o no a mi enseñanza... El día sexto prepararán lo que les envíe, y será el doble de la ración diaria.» Entonces Moisés y Aarón dijeron a toda la gente de Israel: «Esta tarde ustedes reconocerán que Yavé es el que los ha sacado de Egipto,  y por la mañana sus ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes murmuraron contra él. Pu

Éxodo, 15. "Tu diestra, Yavé, de tremendo poder, tu diestra, Yavé, aplasta al enemigo"

Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Yavé: «Cantaré a Yavé, que se hizo famoso; arrojó en el mar al caballo y su jinete. ¡Yavé, mi fortaleza!, a él le cantaré, él fue mi salvación, él es mi Dios y lo alabaré, el Dios de mi padre, lo ensalzaré. Yavé es un guerrero, Yavé es su nombre. Los carros de Faraón y su ejército: ¡los precipitó en el mar! Los mejores de sus oficiales, ¡hundidos en el Mar Rojo! Las aguas profundas los han sepultado, hasta el fondo cayeron como piedra. Tu diestra, Yavé, de tremendo poder, tu diestra, Yavé, aplasta al enemigo. Tu Gloria derriba a tus adversarios, despachas tu furor y los devora como paja. Al soplo de tus narices retroceden las aguas, las olas se paran como murallas; los torbellinos cuajan en medio del mar. Dijo el enemigo: «Los perseguiré y los alcanzaré, los tendré a merced, llevaré sus despojos; sacaré mi espada y mi mano los matará.» Mandaste tu soplo y el mar los cubrió, y se hundi

Exodo 14. ¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver. Yavé peleará por ustedes, y ustedes solamente mirarán!

Yavé dijo a Moisés: «Ordena a los hijos de Israel que cambien de rumbo y acampen frente a Piajirot, que está entre Migdal y el mar, delante de Baal-Sefón. Al llegar a este lugar levantarán el campamento junto al mar. Así, pues, Faraón pensará que los hijos de Israel andan errantes en el país y que no pueden atravesar el desierto. Yo, entonces, haré que se ponga duro y los persiga a ustedes; y luego, me haré famoso a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrá Egipto que yo soy Yavé.» Ellos lo hicieron así. Anunciaron al rey de Egipto que el pueblo de Israel se había marchado. De repente, Faraón y su gente cambiaron de parecer respecto al pueblo. Dijeron: «¿Qué hemos hecho? Dejamos que se fueran los israelitas, y ya no estarán para servirnos.» Faraón hizo preparar su carro y llevó consigo su gente. Tomó seiscientos carros escogidos, ¡todos los carros de Egipto!, cada uno con sus guerreros. Yavé había endurecido el corazón del rey y, mientras los

Exodo 13. Durante siete días comerás pan sin levadura, y el día séptimo será también una fiesta de Yavé. En estos días comerás pan sin levadura; no se verá pan fermentado en todo tu territorio. En aquel día dirás a tus hijos: Esto lo hacemos recordando lo que hizo Yavé conmigo cuando salí de Egipto. Será como una señal en tu mano, y como un recuerdo delante de tus ojos, a fin de que la enseñanza de Yavé esté siempre en tu boca; porque con mano fuerte te sacó Yavé de Egipto!

Yavé dijo a Moisés: «Conságrame todo primogénito. Todos los primogénitos de los hijos de Israel son míos, tanto de hombre como de animales.» Moisés dijo al pueblo: «Ustedes celebrarán este día en que salieron de Egipto, de la casa de la esclavitud, al sacarlos Yavé de ese lugar con mano fuerte. Este día no comerán pan fermentado. El día en que ustedes salieron está en el mes de Aviv, mes de la primavera.» Cuando Yavé te haya introducido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del jeveo y del jebuseo, la que prometió con juramento a tus padres que te daría a ti, tierra que mana leche y miel, tú celebrarás este rito sagrado en este mes. Durante siete días comerás pan sin levadura, y el día séptimo será también una fiesta de Yavé. En estos días comerás pan sin levadura; no se verá pan fermentado en todo tu territorio. En aquel día dirás a tus hijos: Esto lo hacemos recordando lo que hizo Yavé conmigo cuando salí de Egipto. Será co

Exodo 12. Yavé dijo a Moisés y a Aarón, en el país de Egipto: «Este mes será para ustedes el comienzo de los meses, el primero de los meses del año!

Yavé dijo a Moisés y a Aarón, en el país de Egipto: «Este mes será para ustedes el comienzo de los meses, el primero de los meses del año. Hablen a la comunidad de Israel y díganle: El día décimo de este mes tome cada uno un cordero por familia, un cordero por casa. Pero, si la familia es demasiado pequeña para consumir el cordero, se pondrá de acuerdo con el vecino más cercano, según el número de personas y conforme a lo que cada cual pueda comer. Ustedes escogerán un corderito sin defecto, macho, nacido en el año. En lugar de un cordero podrán tomar también un cabrito. Ustedes lo reservarán hasta el día catorce de este mes. Entonces toda la comunidad de Israel lo sacrificará al anochecer. En cada casa en que lo coman ustedes tomarán de su sangre para untar los postes y la parte superior de la puerta. Esa misma noche comerán la carne asada al fuego; la comerán con panes sin levadura y con verduras amargas. No comerán nada de él crudo o hervido

Exodo 11. La última plaga sobre Faraón y sobre su pueblo!

Yavé dijo a Moisés: «No mandaré más que esta última plaga sobre Faraón y sobre su pueblo. Después dejará que salgan, o más bien él mismo los echará fuera a todos ustedes. No olvides de decir a todo mi pueblo que cada uno pida a su amigo, y cada mujer a su vecina, objetos de oro y plata.» Yavé hizo que los egipcios acogieran esta petición; además Moisés era un personaje en todo Egipto, y lo consideraban tanto los ministros como la gente del pueblo. Moisés dijo: «Esto dice Yavé: A media noche saldré a recorrer Egipto. Y en Egipto morirán todos los primogénitos, desde el primogénito de Faraón que se sienta en el trono, hasta el de la esclava que mueve la piedra del molino, y todos los primeros nacidos de los animales. Y se escuchará un clamor tan grande en todo Egipto como nunca lo hubo ni lo habrá jamás. Pero entre los hijos de Israel, ni siquiera un perro llorará por la muerte de un hombre o por la muerte de animales, y ustedes sabrán que Yavé hace

Exodo 10. Yo soy Yavé! ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí?

Yavé dijo a Moisés: «Ve donde Faraón, porque he endurecido su corazón y el de sus ministros con el fin de realizar mis prodigios en medio de ellos. Así podrás contar a tus hijos y a tus nietos cuántas veces he destrozado a los egipcios y cuántos prodigios he obrado contra ellos; así conocerán ustedes que yo soy Yavé.» Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: «Esto dice Yavé, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios. En caso contrario, si te niegas a que salgan, mañana mandaré langostas a tu país. Cubrirán toda la superficie del país, de suerte que ya no se vea la tierra, y devorarán todo lo que a ustedes les queda, todo lo que no destrozó el granizo; y además roerán todos los árboles que tienen en el campo. Llenarán tu casa, las de tus ministros y las de todo tu pueblo, en tal cantidad como no vieron tus padres ni los padres de tus padres, desde los más

Exodo 9. Esto dice Yavé , Yo podría haber vuelto mi mano contra ti y tu pueblo, y habrían perdido la vida con semejante peste. Pero no, preferí mantenerte de pie, para que veas mi fuerza y para que se celebre mi Nombre por toda la tierra!

Yavé dijo a Moisés: «Anda donde Faraón y dile: Esto dice Yavé, el Dios de los hebreos: Deja salir a mi pueblo para que me rinda culto. Si te niegas otra vez y te pones duro con ellos,  volveré mi mano contra los animales de tus campos, de manera que habrá una mortandad tremenda de los caballos, de los burros, de los camellos, de las vacas y ovejas. También haré distinción entre el ganado de los egipcios y el de mi pueblo, de manera que no se perderá nada de lo que pertenece a los hijos de Israel.» Yavé fijó el plazo, dijo: «Esto lo hará Yavé mañana por todo el país.» Y Yavé lo hizo al día siguiente: murieron todos los animales pertenecientes a los egipcios, mientras que no murió ni uno siquiera de los que pertenecían a los israelitas. Faraón se informó al respecto: ¡ninguno había muerto de los que pertenecían a Israel! Pero siguió en su ceguera y no dejó salir al pueblo. Entonces Yavé dijo a Moisés y a Aarón: «Tomen unos puñados de cenizas, que M

Éxodo 8. Las 10 plagas de Egipto!

Yavé dijo a Moisés: «Dile a Aarón que extienda el bastón que tiene en su mano hacia los ríos, los esteros y las lagunas de Egipto, para que salgan ranas por todo el país de Egipto.» Así lo hizo Aarón, y salieron tantas ranas que cubrieron todo el país de Egipto. Los brujos de Egipto hicieron lo mismo, y también hicieron salir ranas por todo Egipto. Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: «Pidan a Yavé que aleje de mí y de mi país estas ranas, y yo dejaré que su pueblo salga para ofrecer sacrificios a Yavé.» Moisés le contestó: «Indícame, por favor, cuándo tendré que rogar por ti, por tus servidores y tu pueblo, para que se alejen las ranas y que solamente haya en el Nilo.» Faraón respondió: «Mañana.» «Bien -dijo Moisés-, lo haré como tú pides, para que sepas que no hay nadie como Yavé, nuestro Dios. Se alejarán las ranas de ti, de tus casas, de tu gente y de tu pueblo, y sólo quedarán en el río.» Dicho esto, se fueron Moisés y Aarón. Mois

Exodo 7. Tú le dirás todo lo que yo te mande y Aarón, tu hermano, hablará a Faraón para que deje salir de su país a los hijos de Israel. Sin embargo, haré que se mantenga en su negativa y, por más que yo multiplique mis prodigios y milagros a costa de Egipto, él no te hará caso. Yo, entonces, sacaré a mi pueblo del país de Egipto, a fuerza de golpes y de grandes intervenciones!

Yavé dijo a Moisés: «Mira lo que hago: vas a ser como un dios para Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu profeta. Tú le dirás todo lo que yo te mande y Aarón, tu hermano, hablará a Faraón para que deje salir de su país a los hijos de Israel. Sin embargo, haré que se mantenga en su negativa y, por más que yo multiplique mis prodigios y milagros a costa de Egipto, él no te hará caso. Yo, entonces, sacaré a mi pueblo del país de Egipto, a fuerza de golpes y de grandes intervenciones. Así entenderán los egipcios que yo soy Yavé, cuando vean los golpes que les daré para sacar de su país a los hijos de Israel.» Moisés y Aarón hicieron tal cual Yavé les había mandado. Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron con Faraón. Yavé advirtió a Moisés y a Aarón: «Si Faraón les pide algún signo o milagro, tú dirás a Aarón que tome su bastón y lo lance delante de Faraón, y se cambiará en serpiente."» Se presentaron Moisés y Aarón a Faraón, hi