Moisés reunió a toda la comunidad de los hijos de Israel y les dijo: «Esto es lo que Yavé ha mandado hacer:
Trabajarás durante seis días, pero el día séptimo será sagrado para ustedes, día de descanso completo en honor a Yavé. Cualquiera que trabaje en ese día morirá.
En ninguna de sus casas encenderán fuego el día sábado.»
Moisés dijo a toda la comunidad de Israel:
«Esta es la orden de Yavé: Que cada uno ofrezca algo de lo suyo a Yavé. Que todos los de corazón generoso le ofrezcan oro, plata y cobre, púrpura violeta y escarlata, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y madera de acacia, aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice y piedras de engaste para el Efod y el Pectoral.
Que se presenten los artífices más hábiles de entre ustedes para hacer lo que Yavé ha ordenado: la Morada, su Tienda y su cubierta, sus broches y tablones, sus travesaños, sus postes y sus basas; el Arca y sus varas, el Lugar del Perdón y el velo que lo cubre; la mesa y sus varas y todos los utensilios necesarios, el pan de la ofrenda, el candelabro para el alumbrado con sus utensilios y sus lámparas y el aceite para la luz; el altar del incienso con sus varas; el óleo de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada de la Morada, el altar de los holocaustos con su rejilla de bron ce, sus varas y todos sus utensilios; la pila con su base; los cortinajes del atrio con sus postes y sus basas; la cortina de la entrada del atrio; todos los clavos necesarios para la Morada y para el atrio como también las cuerdas; los ornamentos de ceremonia para oficiar en el Santuario; las vestiduras de la consagración del sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos para las funciones sacerdotales.»
Entonces todo el pueblo de Israel se retiró de la presencia de Moisés; todos aquellos a quienes su corazón movía, hombres de corazón generoso, vinieron a dejar su ofrenda para Yavé, para la construcción de la Tienda de las Citas, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas.
Venían hombres y mujeres: todos los de corazón generoso traían joyas, aros, anillos, collares y toda clase de objetos de oro, el oro que cada uno presentaba como ofrenda a Yavé.
Los que tenían púrpura violeta y escarlata y carmesí, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y cueros finos, lo traían también.
Quienes pudieron reservar una ofrenda de plata y bronce la llevaron también como ofrenda para Yavé. Lo mismo hicieron los que poseían madera de acacia para los trabajos de la obra.
Todas las mujeres hábiles en el oficio hilaron con sus manos la púrpura violeta, escarlata y carmesí y el lino fino, y después lo ofrecieron a Yavé.
Las que sabían hilar el pelo de cabra lo hicieron.
Los jefes trajeron piedras ágatas y engaste para el Efod y el Pectoral, aromas y aceite para el alumbrado, para el óleo de la unción y para el incienso aromático.
Todos los hijos de Israel, hombres y mujeres, a quienes su generosidad había impulsado a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yavé, por medio de Moisés, les había encomendado, trajeron sus ofrendas voluntarias a Yavé.
Moisés dijo entonces a los hijos de Israel: «Miren, Yavé ha designado a Bezaleel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, y lo ha llenado del espíritu de Dios, y de saber, de inteligencia, de ciencia y de capacidad en toda clase de trabajo para crear obras de arte. Este hombre sabe trabajar oro, plata y bronce y tallar tanto las piedras preciosas como la madera. Es entendido en toda clase de trabajos.
A él y a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, Yavé les ha infundido el don de enseñar.
Les ha llenado de habilidad para toda clase de labores de artesanos o artistas, para bordar la púrpura violeta y escarlata, el carmesí y el lino fino, y para todo tipo de tejido. Son muy capaces para ejecutar toda clase de trabajos y obras de arte.
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